Sin duda, existe todo un mar de información relacionada con la pérdida de peso, la buena salud y el bienestar. Mucha de la información es correcta y objetiva, pero también hay muchos artículos, videos y libros llenos de ideas engañosas. No podemos descartar la importancia de los detalles, pero un factor permanece en el centro de todo. ¿No nos crees? Siga leyendo para descubrir qué es …
Comprensión del equilibrio energético
Tomemos, por ejemplo, la pérdida de peso. Es una de las áreas más complicadas de la salud y el fitness, lo que tiene sentido. Mucha gente quiere perder peso y mucha más gente quiere sacar provecho de eso aparentando tener la respuesta correcta.
Entonces, existen innumerables dietas, programas de entrenamiento y suplementos para quemar grasa. Pero, ¿sabes qué? La pérdida de peso es bastante sencilla de entender. Todo lo que necesita hacer es consumir menos calorías de las que quema. Al hacerlo, su cuerpo no tiene más remedio que comenzar a quemar tejido magro y graso para obtener la energía restante que necesita. Y así, adelgazas. Este es el equilibrio energético en acción. Por el contrario, si consume más calorías de las que quema, su cuerpo almacena el exceso de energía en forma de músculo y grasa, y aumenta de peso.
Su tercera opción es consumir aproximadamente la misma cantidad de calorías que quema, lo que le permite mantener su estado actual.
Los componentes del equilibrio energético
La energía en parte de la ecuación es sencilla: abarca las calorías que consume a través de alimentos y bebidas.
La energía que sale a la mitad es un poco más complicada, ya que la componen varios componentes. Más notablemente, su tasa metabólica basal (TMB) y nivel de actividad, que se compone de su termogénesis de actividad de ejercicio y no ejercicio (EAT y NEAT, respectivamente). Su TMB representa la cantidad de calorías que quema su cuerpo para llevar a cabo sus procesos. Es decir, incluso si pasa todo el día sin mover un músculo, su cuerpo aún quemará una cierta cantidad de calorías.
A continuación, tenemos EAT, que son las calorías que quema con el ejercicio dedicado. Y finalmente, tenemos NEAT que abarca todas las calorías que quemas con los movimientos: cepillarte los dientes, pasear a tu perro, jugar con tus hijos y todo lo que puedas imaginar.
En conjunto, estas cosas, junto con el efecto térmico de los alimentos (que es un tema para otro día), crean su gasto energético diario total (TDEE).
El equilibrio energético crea un equilibrio vital
El equilibrio energético es la esencia de la vida, y si buscas estar en forma y saludable, debes comprender el tuyo.
Primero, debe tener una idea de la energía que forma parte de la ecuación: su nivel de actividad. Puede calcular el nivel de actividad con muchas fórmulas, pero una simple calculadora en línea le dará un buen punto de partida. Todo lo que tiene que hacer es ingresar información personal como su edad, sexo, altura y peso, y sabrá cuál es su posición.
Una vez que lo sepa, puede comenzar a realizar un seguimiento de su actividad para comprender dónde se encuentra. Una forma sencilla es instalar un contador de pasos en su teléfono. Mire su número para ver cuánto tiende a moverse al final de cada día. Los monitores de frecuencia cardíaca también pueden brindarle información valiosa sobre su nivel de actividad y cuántas calorías quema por entrenamiento.
La frecuencia con la que hace ejercicio es otra forma excelente de medir su nivel de actividad. Como se mencionó anteriormente, COMER es un componente de su metabolismo, por lo que cuanto más entrene, más alto será. Con base en esa información, puede obtener plantillas de planes de nutrición con metas calóricas únicas que se adapten a sus necesidades. Para una persona, eso podría ser 2,000 calorías por día. Por otro: 2.500-3.000.